La Copa America, ya no es vitrina

Por: Jesus Alfredo Santiago
@jesusasntg
        Cuatro años es sin duda una eternidad para los aficionados, aunque con esto de las eliminatorias por dos años, pues resulta más llevadera la espera y no solo para nosotros sino también para los jugadores que toman este torneo como algo personal.

Décadas atrás se decía que este torneo era la “vitrina”, es decir el lugar para que un jugador se mostrase y ser visto por empresarios deportivos o equipos de futbol mundial. Fue así como Stalin Rivas, el gran talentoso guayanés se convirtió en el primer jugador con pasaporte venezolano en ser contratado por un equipo europeo a partir de Copa América, y no me refiero  a primer venezolano, pues en la temporada 1978 -1979 un jovencito nacido en Venezuela, pero jugaba como italiano,  Ricardo Paciocco era parte de la nómina del Torino de la Serie A italiana, aunque no lograba disputar ni un encuentro, pues con 17 años carecía de experiencia, en un equipo que se ubicaba en el sexto lugar de la tabla. En 1987 por medio de un convenio entre Marítimo de Funchal y Marítimo de Venezuela, Hebert Márquez natural del estado Anzoátegui había emigrado al fútbol portugués  en el cual disputó algunos encuentros en primera división y según reseñas del diario El Nacional de junio de 1988 jugó 90 minutos ante la selección de Marruecos. En alguna oportunidad escuche, que a mediados de los 50 hubo un jugador nacido en Venezuela que militaba en el Braga, lo cual no lo he podido comprobar.

Paciocco fue enviado al Rosetanni de la serie D italiana en el cual disputó 25 encuentros y siguió su transito por equipos de la serie C, concretamente el Jesi donde anotó 28 goles en dos temporadas, lo que le valió para ser llamado a la Serie A por el  Milán, el cual venía de un ascenso de la Serie B dos temporadas atrás. Sin embargo, solo apareció en 2 oportunidades siendo transferido inmediatamente.

En la temporada 1983 y 1984, llega al club con el cual tuvo mayor regularidad, el Lecce, esta vez en Serie B, logrando conseguir 15 goles en 4 temporadas, destacando que en la edición 1985-1986 el Lecce ascendió a Serie A, siendo esta la primera vez que un jugador nacido en Venezuela jugaba en un una liga de élite  mundial. Entre 1987 y 1989 estuvo entre Pisa y el Lecce, en ambas ocasiones en la Serie A sin mayor suerte. Culmina su carrera en el Teramo de la primera división, no sin antes disputar 3 torneos entre las series B y C con la Reggina.

Pero Stalin Rivas fue el primero no solo con pasaporte venezolano sino que partió directamente desde la liga venezolana, que por aquellos años tenía una fuerte disputa con la Federación, pues ambas instituciones funcionaban de forma independiente. Stalin tuvo que romper algunas cadenas, como el pasaporte vinotinto, provenir de una liga totalmente desconocida y recordemos que en aquella época era mas difícil ser extranjero, porque no existía la Ley Bosman, la ley que actualmente permite que los jugadores europeos jueguen como comunitarios en cualquier país de la Unión Europea.

Stalin tuvo las limitantes que no tuvo Ricardo Paciocco o de otro jugador, (discúlpenme no recuerdo el nombre) que jugaba en Francia como portero en una tercera o cuarta división. Pero tuvo la oportunidad de brillar individualmente en la Copa America de Brasil 1989 y Chile 1991.

Partió a principios de los 90 al ser visto por el equipo Standard de Lieja, quien lo adquirió, jugo 43 minutos en la Liga ante el FC Lierse (para el que fue anunciado Jesús Gómez),  lo prestó al desaparecido K Boom FC, un equipo que acababa de ascender a la primera división, peri que debido a sus múltiples problemas financieros, descendió y desapareció ese mismo año. Actualmente, ha renacido con el nombre de K Rupel Boom FC  y milita en la tercera división.

Posteriormente Stalin regresa a Venezuela  a jugar Copa Libertadores con Minerven y luego es adquirido por el Caracas, equipo que supuestamente canceló $250.000 al Standar de Lieja por el pase y que en 1997 lo dio a préstamo a Millonarios por una cifra que rondaba los $100.000.

En estos momentos, aunque no seamos la mejor liga de Venezuela, ya los jugadores no tienen que esperar por la Copa America para mostrarse. Ya hay ejemplos de jugadores que han salido directamente a Europa sin tener que usar países puentes (caso Arango que jugaba en México y de allí a España) o de otros que ni siquiera se habían consagrado en nuestra liga y ya tenían oportunidad en el exterior.

Solo queda esperar por buenos resultados, tanto individuales como colectivos, para seguir apuntando al crecimiento del fútbol  nacional.

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